Fotografías: Fernanda Claro y Patricia Domínguez

Ficha técnica: Patricia Dominguez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MACARONI: LA ULTIMA MASCOTA VOLUNTARIA

(Julio 2010-Mayo 2011)

Continuamente interrumpimos o transformamos diversos procesos naturales, dejando cabos aislados; como los animales domésticos. Estos quedan de cierta manera congelados, sin poder interactuar ni reproducirse con sus pares. Son eslabones sueltos en la cadena ecológica.

Este proyecto es un gesto fallido de intentar reconectar esas cadenas, introduciendo a Macaroni un pez goldfish, ya muerto, en el ecosistema más parecido a su entorno natural que pude encontrar en las cercanías.

El plan inicial era liberar a Macaroni, de su pequeño acuario y relocalizarlo en la pileta del Jardín Botánico de Nueva York junto a individuos de su misma especie.Mientras esperábamos que pasara el invierno del 2010, Macaroni murió por un cambio de temperatura en el agua y me lo entregaron congelado en un cubo de hielo.

Después de realizar un estudio cientifico de éste (razón por la que pasó por diferentes estados antes de volver al agua: en el hielo, en alcohol, aire) decidimos, junto a la fotógrafa Fernanda Claro, liberarlo de igual forma y hacerle un último homenaje a la última mascota exótica que tendré.

Tiempo después, una amiga de Korea me contó que existe una tradición budista de comprar mascotas (fang sheng) y liberarlos en las piletas de los templos. Rito que hoy está malentendido y que ha llevado a crear una industria de mascotas que luego son vendidas especialmente para ser liberadas.

   
 mpdoming@gmail.com - Nueva York. USA 2011.                                      Diseñado por Felipe Sepúlveda