ESFERAS VERDES INVOLUNTARIAS / ACOGIENDO ESPECIES SILVESTRES (CLICK HERE FOR ENGLISH VERSION)
Es un proyecto colaborativo que intenta acoger especies animales silvestres que habitan el ecosistema en que nuestros hogares se sitúan y poder de alguna manera mitigar los efectos negativos que producen las ciudades en la degradación de sistemas de medio ambiente.
Consiste en la generación de una red de ecosistemas a pequeña escala con las condiciones necesarias para atraer vida silvestre, transformando las áreas verdes disponibles (jardines, terrazas, balcones, plazas, veredas o ventanas). El objetivo es ir sumando estas islas autosuficientes a un territorio o "corredor verde" a nivel de cuadra, barrio o país, estableciendo un mapa a través de la interrelación y creación entre esferas verdes personales. Siguiendo la concepción de red de Peter Sloterdijk, estas esferas verdes se interconectan a través de las especies que las habitan, formando una red cada vez mayor de mini ecosistemas que se entrelazan a nuestro sistema urbano de vida.
En Oriente, me sorprendió la estrecha relación que se establece entre especies de animales y humanos (animales después de todo). Resultado de su visión espiritual, en vez de botar restos de comida, éstos son ofrecidos a animales que materializan a sus dioses. Resultado: centenares de pájaros y especies animales rodean sus casas y arbustos, logrando relaciones proactivas y armoniosas unos con otros. En Occidente, uno de los primeros referentes fue Hundertwasser, con su manifiesto Window Dictatorship and Window Rights, en el que otorga permiso a los arrendatarios a utilizar el espacio que alcance con su brazo fuera de su ventana. En Estados Unidos, las esferas verdes personales se están organizando a través de proyectos como National Wildlife Federation´s Backyard Project en Canadá o Animal States de Fritz Haeg, en California. Estos proyectos funcionan como esferas más grandes que contribuyen y conforman un mapa de ecosistemas a nivel mundial.
Esferas verdes involuntarias / conectando especies silvestres se alinea con estas iniciativas y los invita a unirse mediante sus propias esferas silvestres.
EXPERIENCIAS PROPIAS
A partir de una larga historia fallida de mascotas, el jardín de mi casa se convirtió en un cementerio de aves tropicales, peces, conejos, gatos, tórtolas, tortugas e iguanas. Sitio apto para realizar naturalismo urbano pero no para promover la conservación real de especies. Esta situación me hizo reconocer que lo más lógico sería acoger a los animales que viven naturalmente en el hábitat, más que forzar especies a adaptarse a situaciones geográficas/climáticas que no les corresponden.
Mis abuelos han acogido una población de diucas hace años en Bahía Salado, Chile cuando vieron que una pareja anidó en el techo semiabierto de su casa. Después de 20 años de proveerles diariamente agua y alimento, han llegado a censar 500 individuos en la zona. Solamente se han aguachado en la quebrada donde hay árboles para dormir y anidar. En los alrededores como Maldonado y Pajonal no se ha visto ningún ejemplar, lo que significa que su hábitat es la casa y sus alrededores.
Mi primer intento de acoger fauna silvestre fue en Santiago, Chile al ocupar una terraza comunitaria con diversas especies de plantas, agua, hierbas y comida para pájaros junto a mis hermanas y que posteriormente sirvió para el proyecto de estudio botánico de malezas "Entendiendo mi espacio como sistema natural" el 2008. Nuestro primer visitante no se demoró en llegar. Una paloma blanca que se quedó por varios meses. Ahora, con el cambio geográfico a un nuevo hábitat, habilité la escalera de emergencia del departamento en NY, creando un pequeño sistema que provee a los visitantes aéreos de comida, agua, refugio y ciertas plantas.
En este experimento, he logrado atraer tres especies de pájaros que llegan a alimentarse, teniendo el monopolio las tórtolas. Es un proceso en constante renovación. La caja de anidación está aun vacía y he descubierto mediante acciones fallidas qué especies de plantas puedo cultivar en un espacio reducido y en este clima específico. Continuamente pruebo a las especies para ver su comportamiento. Por ejemplo, ampliando el tamaño de uno de los pocillos logré incentivar acciones nuevas y algunos pájaros llegan a bañarse. Esta esfera verde personal, da pie para poder investigar mediante la experiencia propia situaciones de adaptación, competencia entre especies y mutualismo entre otras, que llevan a un entendimiento más profundo del ecosistema donde se habita y ayuda al mismo tiempo a conectar poblaciones animales afectadas por las actividades humanas. |